La fobia a volar o aerofobia, es un trastorno de ansiedad relativamente común en el subgrupo de las fobias, y que afortunadamente cuenta con tratamiento psicológico.
A lo largo de este artículo veremos cuáles son las características de la fobia a volar y qué se puede hacer para superarla a lo largo de un proceso de psicoterapia.
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Índice
¿Qué es la fobia a volar?
Tal y como su nombre indica, la fobia a volar es el trastorno de tipo fóbico en el que la experiencia de volar y todo lo relacionado con esta produce una reacción de fuerte malestar, relacionado con la ansiedad y el miedo.
Dentro de las fobias, esta forma parte de las fobias específicas, es decir, aquellas cuyas crisis se desencadenan ante elementos concretos que tienen lugar en el tiempo y el espacio: en este caso, entrar en un avión, tener que viajar en él, etc.
Síntomas de la fobia a volar
Como muchas otras fobias, la aerofobia puede manifestarse de forma diversa, pues depende de muchos factores, como el momento o la persona que la sufre. Aun así, existen síntomas frecuentes que es necesario reconocer y que te exponemos a continuación.
1. Ansiedad elevada antes y durante el vuelo
No solo durante el vuelo, sino también antes de subir al avión. Esta ansiedad puede resultar realmente abrumadora, y puede manifestarse en forma de desesperación, angustia, etc. Por otro lado, algunos de los efectos normales en un vuelo se perciben como algo amenazante: turbulencias, ruidos del motor, etc.
2. Síntomas físicos intensos
El miedo a volar no solo afecta la mente, sino también el cuerpo. Entre los síntomas físicos más comunes se encuentran:
- Sudoración excesiva
- Palpitaciones aceleradas
- Dificultad para respirar
- Náuseas o mareos
- Sensación de falta de control
Estos síntomas pueden llegar a ser tan intensos que algunas personas experimentan ataques de pánico.
3. Pensamientos catastróficos
Una de las maneras en que se manifiesta la ansiedad pueden ser los pensamientos de tipo catastrofista, tales como accidentes aéreos, secuestros… Por desgracia, estos pensamientos suelen aumentar la inquietud.
4. Evitación de los viajes en avión
Este tipo de evitación puede darse de distintas maneras: desde negarse rotundamente a viajar hasta buscar otras formas de transporte como el tren o el coche, con el consiguiente perjuicio de tiempo que conlleva hacer una ruta más larga.
Por otro lado, en casos extremos hasta los aeropuertos o la simple mención del tema puede desencadenar la ansiedad.
Causas de la fobia a volar
Las fobias nunca tienen una sola causa, aunque sí es cierto que en muchas ocasiones existen eventos que predisponen a las personas a desarrollarlas. Se trata de vivencias que dejan una fuerte impresión debido a su carga emocional y que en su momento produjeron angustia o directamente miedo, con lo que la ansiedad anticipatoria hace que empiece a elaborarse el patrón de comportamiento que deriva en la aparición del trastorno fóbico.
Por otro lado, es cierto que no en todos los casos se da un evento específico cuyo recuerdo desencadene la aparición de una fobia. A veces se da de manera espontánea, sin una causa determinada más allá de una combinación muy compleja de aprendizajes involuntarios y predisposiciones genéticas.
De todas formas, para tratar este tipo de trastornos no es necesario saber siempre la causa exacta que le dio origen: es suficiente con conocer el estado presente de la alteración.
¿Cuáles son las consecuencias de la aerofobia?
El perjuicio de la aerofobia no se centra sólo en la angustia que la persona pasa durante el vuelo. Ya hemos visto que esta inquietud puede extenderse a días o semanas antes de tomar el avión, e incluso se pueden desencadenar actitudes evitativas que suponen un perjuicio en la calidad de vida del afectado.
A continuación, listamos las consecuencias más comunes de la aerofobia:
1. Limitación de oportunidades personales y laborales
Como ya hemos comentado anteriormente, la aerofobia puede conllevar actitudes evitativas que pueden comportar una disminución de las oportunidades vitales. No sólo desde una perspectiva de ocio, sino también laboral, puesto que muchos trabajos requieren disponibilidad de trasladarse eventualmente en avión.
2. Impacto en la calidad de vida
Como cualquier otra fobia, la ansiedad constante puede mermar la calidad de vida de la persona, no sólo mental, sino también física.
3. Aislamiento social
Al evitar las experiencias relacionadas con volar, la persona con aerofobia puede empezar a aislarse de su grupo, puesto que no participa de los viajes en familia o con amigos.
4. Desarrollo de otras fobias
Las fobias suelen estar relacionadas. En el caso de la aerofobia, puede desencadenar más fobias, de las cuales la más común suele ser la agorafobia.
A modo de conclusión, diremos que, efectivamente, estar nervioso antes de volar es algo normal. El problema viene cuando este nerviosismo se convierte en fobia, es decir, en un miedo irracional y paralizante que nos impide desarrollar una vida normal.
Los nervios son fácilmente manejables, pero la fobia puede resultar algo altamente incapacitante, cuyos síntomas pueden seguir después de salir del avión. Si te encuentras en una situación parecida, recuerda acudir a un profesional especializado.
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Tratamientos para superar la fobia a volar
El tratamiento de la fobia a volar es el mismo que se suele aplicar con todos los tipos de fobias, adaptándolo a la naturaleza del estímulo fóbico. Se usan técnicas de tipo conductual y también técnicas de tipo cognitivo (es decir, que ponen la diana en la modificación de creencias y de maneras de pensar).
Estas son las principales formas de intervención psicológica más usadas a la hora de tratar la aerofobia.
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1. Desensibilización sistemática
La desensibilización sistemática consiste en ayudar al paciente a afrontar aquello que le genera ansiedad, haciendo que se habitúa a esa clase de experiencias en un contexto controlado y bajo el asesoramiento y la supervisión del profesional. Se empieza por situaciones relativamente fáciles de “aguantar” durante varios minutos, y progresivamente se va aumentando la dificultad (por ejemplo en un inicio imaginando que se está en un avión y cerrando los ojos, y luego usando fotografías o vídeos del interior de un avión).
A la vez, se fomenta que el paciente lleve a cabo conductas que inducen a un estado de relajación, para que el estímulo fóbico vaya quedando asociado al estado de calma y tranquilidad.
2. Exposición controlada
La exposición controlada es muy similar a la desensibilización sistemática, aunque en este caso el tratamiento no se apoya en el uso de recursos de relajación: la persona afronta experiencias que hacen que la fobia se manifieste, dejando que pase el tiempo y sin retirarse ni huir, ajustando esto a l nivel de dificultad adecuado y siguiendo instrucciones del psicólogo.
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3. Reestructuración cognitiva
La reestructuración cognitiva se basa en ayudar al paciente a detectar creencias que mantienen vivo el trastorno psicológico, para poner en duda esas ideas e ir desprendiéndose de ellas a medida que se ve que no se ajustan a la realidad y llevan a ver las cosas de una maner sesgada. Se basa en el diálogo socrático, en el que los psicoterapeutas van planteando preguntas que hacen que los pacientes se replanteen las cosas.
4. Terapia virtual
Algunas terapias utilizan realidad virtual para simular vuelos en un entorno seguro. Esto permite que el paciente se acostumbre a la experiencia sin exponerse a un vuelo real.
5. Apoyo profesional
Buscar ayuda psicológica es fundamental. Un terapeuta especializado puede proporcionar herramientas y estrategias personalizadas para enfrentar el miedo de manera efectiva.
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¿Tu miedo a volar está limitando tu vida?
Si este artículo te ha ayudado a reconocer los síntomas de la fobia a volar y sientes que esta ansiedad te impide disfrutar de tus viajes o aceptar nuevas oportunidades, buscar apoyo profesional puede ser el primer paso hacia la libertad.
En Avance Psicólogos, colaboramos con un equipo de psicólogos especialistas en el tratamiento de fobias y ansiedad. A través de técnicas probadas como la terapia de exposición, la desensibilización sistemática y la reestructuración cognitiva, te ayudamos a recuperar la confianza y a superar el miedo a volar.
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Referencias bibliográficas:
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