La distimia es un trastorno que afecta a alrededor del 5% de la población en los países occidentales. Se caracteriza por un estado de ánimo decaído y que se mantiene así durante largos periodos, hasta el punto de causar problemas y de dañar la calidad de vida de quienes desarrollan la psicopatología.
Además, se trata de una alteración emocional que suele afectar no solo a quien la sufre en propia piel, sino también a las personas de su entorno, las cuales notan cambios en la relación que tienen con ella.
Sin embargo, no se trata de un problema ante el cual no haya nada que hacer más allá de sufrir sus síntomas; hay ciertas medidas que es recomendable adoptar para favorecer la recuperación psicológica. Por eso, en este artículo veremos una serie de consejos para saber cómo ayudar a una persona que haya desarrollado distimia.
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Índice
¿Qué es la distimia?
La distimia e una alteración psicológica que ha sido recientemente renombrada como trastorno depresivo persistente. Esta segunda denominación ya da pistas acerca de la naturaleza de este fenómeno: se trata de una psicopatología vinculada a la depresión, y que por consiguiente forma parte de los trastornos del estado de ánimo.
Lo que caracteriza a la distimia es que sus síntomas son menos intensos que los de la depresión mayor, pero su duración es mayor. Así, mientras la depresión mayor dura varios meses seguidos, la distimia se alarga hasta un mínimo de dos años, de forma que con el paso del tiempo pasa a formar parte del día a día de la persona, hasta un punto en el que prácticamente se mezcla con su filosofía de vida.
Síntomas de la distimia
Los principales síntomas de la distimia son los siguientes, si bien no tienen por qué darse todos a la vez:
- Sentimiento constante de desesperanza.
- Baja autoestima y autocrítica.
- Melancolía o nostalgia excesiva.
- Insomnio o hipersomnia.
- Cambios en el apetito (pérdida o aumento).
- Fatiga crónica.
- Dificultad para concentrarse.
- Falta de motivación e interés.
Cabe recordar que solo los profesionales de la salud mental pueden diagnosticar distimia, y que es frecuente que muchas personas se sientan identificadas con estas descripciones de síntomas pero en realidad no hayan desarrollado este trastorno, ya sea porque no encajan exactamente con los criterios diagnósticos o porque estos no llegan a ser tan graves como para dañar su calidad de vida.
Causas de la distimia: ¿Por qué se desarrolla?
La distimia es una afección de origen multifactorial. Su aparición suele deberse a la combinación de factores biológicos, genéticos, ambientales y psicológicos:
- Factores genéticos: Historial familiar de depresión o trastornos del estado de ánimo.
- Eventos estresantes: Pérdidas personales, problemas laborales o situaciones de abuso emocional.
- Desequilibrios químicos: Alteraciones en neurotransmisores como la serotonina.
- Patrones de pensamiento negativo: Tendencias al pesimismo o la autocrítica excesiva.
Cada caso es único y requiere una evaluación personalizada para determinar las causas subyacentes.
Cómo ayudar a una persona con distimia: Estrategias y consejos
A la hora de dar apoyo a un amigo o familiar que haya desarrollado distimia, puedes seguir estas pautas para saber qué hacer y evitar errores que contribuirían a agravar el problema. Eso sí, recuerda que todo caso es único, por lo que debes adaptar estas recomendaciones a las características y contexto de la persona a la que quieras ayudar.
1. Evita culpar a la persona
Las personas con distimia pueden llegar a mostrarse irritables y poco propensas a ser receptivas ante los demás, lo cual a veces frustra a sus amigos y familiares. Sin embargo, hay que recordar que este trastorno psicológico está más allá de la voluntad de la persona; no es su culpa, no puede evitar sentirse así. Hacer que se sienta culpable sino agravaría la situación.
2. Apoya el tratamiento médico
Haz lo posible por llevar un seguimiento acerca del modo en el que consume las pastillas, para que no haga un mal uso de estas. Recuerda que estas sustancias pueden tener efectos secundarios graves.
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3. Apoya el tratamiento psicológico
Pónselo muy fácil para empezar a ir a terapia si no está haciéndolo ya. Por ejemplo, podéis revisar juntos páginas web de información y centros de psicología. Si nunca ha asistido a terapia de manera consistente, puede que esta opción le produzca algo de temor. Ante esto, lo mejor es contribuir a que entienda cómo funciona el proceso terapéutico, para que vea que no hay peligro.
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4. Fomenta una rutina estructurada
La mejor forma de hacer que vuelva a encontrar quehaceres estimulantes y motivadores, es hacer que no caiga en un estilo de vida muy pasivo y sedentario. Para ello, anímale a crearse un horario semanal compuesto por tareas sencillas con las que sea fácil comprometerse.
5. Promueve una vida social activa
Normalmente, las personas con trastornos del estado de ánimo de tipo depresivo tienen poco interés por dedicar su tiempo libre a las relaciones sociales. Sin embargo, es positivo que le ayudes a seguir relacionándose con otras personas más allá de la familia. Eso sí, procura que sea tiempo de calidad; más que perderse en fiestas en las que no conoce a nadie, es mejor hacer reuniones de amigos en las que sea posible participar y hablar.
6. Anima al autorregistro de pensamientos
Para que entienda que parte de su pesimismo se debe a la propia distimia, y que la realidad no es tan cruel y dolorosa como parece, es bueno que quien ha desarrollado distimia se familiarice con los patrones de pensamiento que contribuyen a que se sienta mal. Es una manera de ver los mecanismos que actúan por detrás de estos estados de ánimo, para darse cuenta de que no ve las cosas objetivamente, sino de un modo sesgado. Para ello, es útil que vaya anotando lo que piensa antes, durante y después de los momentos en los que siente más tristeza o desesperanza, poniendo cuidado en realizar descripciones objetivas acerca de lo que le pasa por la cabeza, y en qué contexto ocurre eso.
7. Fomenta la aceptación del malestar
Sería un error intentar suprimir los pensamientos dolorosos, dado que eso les da más fuerza. En vez de eso, es mejor asumir que ese malestar es ahí, y dedicarse a orientar la atención hacia aspectos de la realidad que sean más estimulantes.
Tratamiento de la distimia: ¿Qué funciona mejor?
El tratamiento de la distimia combina terapia psicológica especializada en depresión y, en algunos casos, medicación antidepresiva. Los enfoques más efectivos incluyen:
- Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): Ayuda a identificar y cambiar patrones de pensamiento negativos.
- Activación Conductual: Promueve actividades que generan satisfacción y reducen el aislamiento.
- Psicofármacos (antidepresivos): Utilizados bajo prescripción médica, ayudan a estabilizar el estado de ánimo, aunque no deben considerarse la única solución.
¿Estás buscando apoyo profesional para afrontar la distimia?
Si al leer este artículo has identificado síntomas de distimia en ti o en alguien cercano y sientes que está afectando tu calidad de vida, buscar ayuda profesional puede marcar una gran diferencia. En Avance Psicólogos, colaboramos con un equipo de especialistas en salud mental con amplia experiencia en el tratamiento de trastornos del estado de ánimo como la distimia.
Ofrecemos sesiones presenciales y online, adaptándonos a tus necesidades para ofrecerte el apoyo necesario en cualquier momento y lugar. Con un enfoque personalizado y más de 25 años de experiencia, estamos aquí para ayudarte a recuperar tu equilibrio emocional. Contacta con nosotros hoy mismo.
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Referencias bibliográficas:
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Sansone, R.A.; Sansone; L.A. (2009). Dysthymic Disorder: Forlorn and Overlooked?. Psychiatry. 6 (5): 46–50.
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1 comentario en “¿Cómo ayudar a una persona con distimia?”
El artículo está bien. Pero lo que necesitamos quienes acudimos en busca de este tipo de información, cómo convivir con la distimia, también es consejo para sobrevivir nosotros. Le aseguro que es muy duro, sobre todo cuando han transcurrido muchos años. Tanta negatividad te arrastra. Además, sin recompensa… Desde ese punto de vista, el artículo me ha servido de muy poco. De todos modos, gracias.