Discusiones de pareja: ¿Cómo gestionarlos adecuadamente?. Discutir de vez en cuando con nuestra pareja es algo inevitable; allí donde hay convivencia con un ser querido, hay situaciones en las que pueden surgir malentendidos o choques de intereses y emociones fuertes involucradas en resolver de uno u otro modo la situación.
Por eso, lo importante no es si hay o no hay días en los que surgen disputas o críticas, sino el modo en el que afrontamos estas experiencias. Así pues, en este artículo te explicaremos varios consejos generales acerca de cómo gestionar las discusiones de pareja.
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Índice
Consejos para saber cómo gestionar discusiones de pareja
Sigue estas pautas y recomendaciones para afrontar del mejor modo posible las discusiones de pareja.
1. Centrar la crítica en las acciones
No debemos atacar a la persona, sino criticar las acciones para que nuestra pareja deje de comportarse de un modo determinado y adapte su conducta a un modelo con el que ambos podáis estar satisfechos. Eso pasa por evitar poner “etiquetas” a la otra persona mediante adjetivos dirigidos hacia ella (por ejemplo “eres un irresponsable”) y hacer referencia a verbos sobre lo que desde nuestro punto de vista debería hacer o no debería hacer (por ejemplo, “debes hacerte responsable de estas cosas”).
2. Saber cuándo es momento de dejarlo para otro rato
Es habitual que no podamos evitar perder el control de nuestras emociones hasta el punto de que nos cuesta expresar lo que realmente queremos decir. Por eso, debemos tener en mente de antemano qué tipo de situación nos señala que es mejor aplazar el resto de esa conversación para retomarla cuando nos hayamos calmado un poco.
3. Evitar todo tipo de reproches
Como hemos visto, una cosa es criticar y otra cosa es atacar. Por eso, debemos dirigir nuestras críticas al problema que nos ha llevado a discutir en el presente, y no utilizar eventos no relacionados con este y que corresponden al pasado para echárselos en cara a la otra persona.
4. Poner mucha atención en no interrumpir ni elevar el tono de voz
Las interrupciones mutuas al hablar y el hecho de elevar el tono de voz son dos fenómenos que suelen ir de la mano y que, si se producen, irremediablemente convierten la discusión en una lucha en la que hay una “escalada” de hostilidad por ambas partes, ya que la experiencia se vuelve muy frustrante. Es un ejemplo de cómo conductas concretas pueden influir en nuestras emociones y, a partir de estas, fomentar las conductas que han producido ese estado emocional, dándose así un círculo vicioso.
Por ello, dado que mientras dura una discusión es complicado “poner orden” una vez se ha entrado en la mentalidad de la confrontación, es muy importante tener siempre presente que hay que evitar las interrupciones y los gritos; a partir de esas dos simples ideas, estaremos haciendo mucho para evitar que la situación empeore rápidamente.
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5. Poner ejemplos
Es muy importante no limitarnos a hablar de ideas abstractas acerca de lo que sentimos o las situaciones que no nos parecen bien acerca de lo que hace la otra persona. Por eso, los ejemplos son muy valiosos, porque ayudan a ubicar en el espacio y el tiempo el tipo de comportamientos que nos molestan, o que queremos reivindicar como algo positivo y que debería ocurrir más. De otro modo, es muy posible que nuestra pareja no termine de comprender lo que nos pasa por la cabeza, y como ambos pasáis mucho tiempo juntos, será fácil que recuerde tanto la situación de la que habla como vuestra reacción ante ella.
6. En caso de discusiones de pareja frecuentes o crisis de pareja, acudir a terapia
A veces, el malestar generado por las discusiones o las causas subyacentes al conflicto son un problema demasiado grande como para abordarlo simplemente a través de los consejos generales que hemos visto hasta ahora. En estos casos lo mejor es ponerse en contacto con psicólogos.
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Asistir a terapia de pareja es la manera más eficaz de abordar la tendencia a discutir demasiado y los posibles problemas que causan esta dinámica. En este tipo de intervención psicológica, los profesionales de la psicoterapia ofrecemos tanto las estrategias y técnicas para “entrenar” a las personas a expresarse y a resolver conflictos adecuadamente, como un espacio para comunicarse de manera honesta y contando con la mediación del terapeuta, que no toma partido ni juzga moralmente a los miembros del matrimonio o relación de noviazgo.
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Si te interesa acudir a terapia de pareja para superar una crisis de matrimonio o de noviazgo, ponte en contacto con nuestro equipo de profesionales. En Avance Psicólogos disponemos de más de dos décadas de experiencia en el ámbito de la psicoterapia y atendemos tanto a adultos como a niños y adolescentes. Además de terapia psicológica individualizada, para parejas y familias, ofrecemos intervenciones en neuropsicología, logopedia, sexología y psiquiatría. Nos encontrarás en nuestro centro situado en Madrid (barrio de Goya).
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Referencias bibliográficas:
Biscotti, O. (2006). Terapia de Pareja: una mirada sistémica. 1a. ed. Buenos Aires: Lumen.
O’Donohue, W. and Ferguson, K.E. (2006). Evidence-Based Practice in Psychology and Behavior Analysis. The Behavior Analyst Today.
Rivas, M. & López, M. (2012). Psicología social y de las organizaciones. Manual CEDE de Preparación PIR, 11. CEDE. Madrid.
