Duelo perinatal: ¿Cómo superar la pérdida?

Duelo perinatal: ¿Cómo superar la pérdida?

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Las pérdidas siempre figuran entre los acontecimientos más estresantes y dolorosos a los que podemos enfrentarnos los seres humanos. Y, por supuesto, el duelo perinatal no es una excepción. Hay quienes consideran que la muerte de un recién nacido, al no haber tenido tanto tiempo para desarrollar un vínculo, puede superarse con mayor facilidad que el duelo por una persona de mayor edad con quien se ha podido generar una relación más prolongada en el tiempo. Sin embargo, la pérdida de un bebé puede causar un gran sufrimiento.

Cuando un embarazo es deseado, desde el momento de la concepción hasta el nacimiento es común que vayan apareciendo expectativas, esperanzas y una gran anticipación en torno al nacimiento y la crianza. Si bien es cierto que pueden existir ciertas inseguridades, lo más habitual es que la persona o la pareja que está esperando un bebé imagine un futuro feliz en familia; es por esto que un desenlace como el fallecimiento perinatal suele ser tan inesperado como doloroso. A esto se suma que se trata de un tema del cual se habla poco, con lo que muchas personas no tienen referencias acerca de qué esperar ante una vivencia como esta. Es por ello que hemos querido hacer en este artículo una breve aproximación a las características particulares del duelo perinatal.

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¿Cómo es el duelo perinatal?

 La Organización Mundial de la Salud define el duelo perinatal como la muerte que ocurre en cualquier momento entre la semana 22 de gestación y los siete días siguientes al nacimiento. No obstante se han propuesto recientemente algunas definiciones más amplias que van desde el momento de inicio de un embarazo deseado hasta el primer mes posterior al parto. El fallecimiento perinatal puede producirse por embarazo ectópico, aborto espontáneo, aborto inducido por anomalías en el feto, muerte intrauterina (u óbito fetal), muerte fetal y muerte neonatal.

Para muchas personas que lo sufren, el duelo perinatal suele vivirse de una manera muy similar a otro duelo por la pérdida inesperada de un ser querido. Ahora bien, dadas las implicaciones de este tipo de pérdida existen unas características particulares que resulta necesario tener en cuenta. Se calcula que aproximadamente entre el 10 y el 15% de las mujeres que han experimentado abortos espontáneos cumplen los criterios clínicos para el diagnóstico de un trastorno de depresión mayor en los meses siguientes. Además, al igual que puede ocurrir con otros tipos de duelo, el proceso de elaborar el duelo perinatal puede tener una duración de dos años o más.

Causas del duelo perinatal

Cuando hablamos acerca de las causas del duelo perinatal, no nos estamos refiriendo a lo que ocasiona la muerte del bebé, sino a los mecanismos psicológicos que dan lugar a la alteración emocional que desencadena esta pérdida.

En este sentido, hay que tener en cuenta que no existe un solo elemento que, por el simple hecho de existir, garantice que una persona padecerá esta clase de malestar al sufrir un aborto involuntario.

Como siempre ocurre en el mundo de la psicología, deben darse un conjunto de causas y factores de riesgo que generan un efecto combinado al interactuar entre ellas. Además, hay que recordar que el duelo perinatal no es una psicopatología, sino una reacción normal ante un hecho traumático. Partiendo de esta idea, veamos las principales causas del duelo perinatal; algunas de ellas actúan como elementos que aumentan la intensidad del problema, y otras son fenómenos que están presentes en las idas de casi todas las personas que viven en sociedades de la cultura occidental.

  • El hecho de haber creado planes de futuro asociados a la maternidad o la paternidad
  • La institución de la maternidad como un aspecto importante en la identidad de la mujer (debido  los roles de género)
  • Tendencia cultural a tener la muerte como un tema muy tabú
  • Sentimientos de culpa al buscar las causas de la muerte del bebé
  • Haber sufrid abortos involuntarios anteriores
  • Historia previa de trastornos del estado de ánimo
  • Falta de apoyo familiar

¿Cómo se supera el duelo perinatal?

 La vivencia del duelo perinatal depende de muchas variables diferentes. Algunos de los factores que se han detectado como más influyentes son el tiempo que ha vivido el bebé, el tiempo transcurrido desde la pérdida y la presencia o ausencia de hijas e hijos en la familia; es decir, cuando se trata de una maternidad o paternidad “primeriza” es posible que resulte más complicado. De todos modos, existen muchas otras variables relativas a la historia de la persona, su contexto y las circunstancias de la pérdida que podrían también ser decisivas.

Cuando se habla de superar o elaborar un duelo muchos estudios se apoyan en las “tareas” propuestas por el doctor J. William Worden, a saber: asumir la realidad de la pérdida, procesar el dolor, adaptarse a la vida sin la persona querida y dar un “nuevo lugar” al recuerdo del ser querido. Es por esto que muchas terapias se marcan estas cuatro tareas como objetivos principales. No obstante, nos gustaría resaltar aquí cinco puntos que pueden ser especialmente importantes en el caso del duelo perinatal.

1. Despedirse

Cuando se habla de “aceptar la realidad de la pérdida” es muy habitual encontrar recomendaciones relativas a llevar a cabo algún tipo de rito funerario. En el caso del duelo perinatal esto es algo que muchas veces ni se contempla. Cuando fallece un bebé de tan corta edad ni siquiera se emite un certificado de defunción; es como si nunca hubiera existido. Por eso a algunas personas les resulta de ayuda hacer un funeral con otros seres queridos.

Algo sobre lo que existe menos acuerdo es la posibilidad de ver el cuerpo: a algunas personas les ha facilitado el asumir la muerte, pero para muchas otras hace la experiencia más traumática todavía.

2. Normalizar las emociones

Cuando se habla del dolor a elaborar en el duelo, lo primero que suele venirnos a la mente es la tristeza… pero no es esa la única emoción que puede aparecer. Hay muchas mujeres que experimentan sentimientos de culpa, que vienen de la mano de pensamientos sobre si podrían “haber hecho algo para evitarlo”. Atravesar el dolor es difícil pero necesario, y especialmente importante es fomentar la flexibilidad de pensamiento para evitar estancarse en interpretaciones dañinas.

De hecho, para muchas mujeres las reglas verbales sobre la maternidad pueden suponer un gran problema aquí. La pérdida de un bebé buscado supone para muchas un desafío a sus ideas inculcadas sobre la feminidad tradicional; así, hay mujeres que  sufren un gran malestar a causa de ideas como “mi cuerpo me ha fallado”, “ha sido culpa mía porque no sabía si quería tenerlo”.

3. Darse tiempo

Es por desgracia frecuente escuchar que, a muchas de las personas que están pasando por un duelo perinatal, el primer consejo que se les da es que busquen un nuevo embarazo lo antes posible. Este hecho puede ser muy representativo de hasta qué punto se niega este tipo de duelo, tratando al bebé perdido como si nunca hubiera existido.

Hay quienes, tras la pérdida, continúan intentando concebir y se trata por supuesto de una decisión completamente legítima si hay un gran deseo de tener un bebé. No obstante, hay que tener en cuenta que un nuevo embarazo, incluso si llega a término con éxito, no es un “sustituto” del bebé fallecido. Cada persona ha de darse su tiempo para decidir si desea volver a intentarlo y cuándo se siente con la seguridad suficiente como para hacerlo.

4. Apoyarse en otras personas

 En cualquier proceso doloroso, como es el caso del duelo en general y el duelo perinatal en particular, el apoyo social va a ser siempre un punto fundamental. La pérdida de un bebé es un suceso en el que hay quienes restan importancia a lo ocurrido y también a quienes les resulta un tema tabú, por lo que este duelo puede vivirse desgraciadamente con una gran soledad. En estos casos uno de los recursos más recomendables son los grupos de apoyo en los que compartir el proceso en compañía de otras personas que están atravesando situaciones similares.

Como esto no es siempre una opción, lo importante es rodearse de personas que escuchen sin juzgar; es decir, quienes no presionen para que se busque otro embarazo enseguida, ni minimicen la importancia de lo ocurrido, ni mucho menos juzguen (por ejemplo, como las personas que condenan el aborto incluso cuando se realiza por problemas en el feto). También se recomienda moderar el contacto con otras personas que están llevando sus embarazos a término o que tienen bebés, puesto que esto podría constituir otro desencadenante de malestar.

5. Desarrollar otros planos de la vida

 Si ya de por sí un proceso de embarazo puede generar muchos cambios en la vida y resultar “absorbente”, el duelo perinatal también es susceptible de alterar diferentes ámbitos. El dolor de la pérdida puede provocar dificultades para dormir, por ejemplo, o para realizar las rutinas habituales.

Por eso cobran especial relevancia en momentos como este las acciones de autocuidado y las actividades gratificantes que no tengan necesariamente que ver con la maternidad o la paternidad. Atender a otros ámbitos de la vida como la relación de pareja (cuando la hay), las amistades, las aficiones o incluso el trabajo (en caso de que sea algo gratificante) ayuda a no enfocarlo todo en la frustración del proyecto familiar y  así encontrar un poco de equilibrio en otros planos de la vida.

¿Qué conclusiones podemos sacar?

Antes de terminar nos parece importante remarcar el hecho de que el duelo perinatal (como el proceso de duelo en general) no es una patología, sino una reacción comprensible a un evento extremadamente duro. Esto no quiere decir que no se trate de una condición que pueda requerir atención clínica y, a pesar de esto, la mayoría de las personas afectadas no reciben una atención específica para ello. Hay personas, parejas y familias que vuelven a buscar un nuevo embarazo al cabo de un tiempo, pero también hay quienes llegan a desarrollar trastornos de ansiedad, depresión y estrés postraumático.

Además de la atención especializada hacen falta más y mejores investigaciones, puesto que la mayor parte de ellas cuentan con muestras formadas casi exclusivamente por familias tradicionales y se centran en la patologización de las madres en lugar de en la prevención. También se ha estudiado poco cómo lo viven los padres, si bien se ha observado que muchos elaboran el duelo antes y con un menor grado de sufrimiento (a pesar de que algunos recurren a estrategias internalizantes como la distracción y la negación).

¿Cómo puede ayudar la terapia en el duelo perinatal?

Algunas personas no tienen la posibilidad de cumplir las pautas que hemos ido enumerando en este artículo. Se puede dar el caso, incluso, de personas que sí tienen la oportunidad y aún así no logran elaborar el duelo. Esto es algo completamente normal dadas las particularidades de este tipo de pérdida. Es por eso que la terapia psicológica puede ser un apoyo importante para el afrontamiento de un duelo perinatal. Las intervenciones con mayor respaldo científico en estos casos son la Terapia Cognitivo-Conductual y la Terapia basada en Mindfulness, aunque también es frecuente que se utilicen las técnicas de desensibilización y el EMDR.

Si necesitas ayuda, Avance Psicólogos te ofrece los servicios especializados de un gran equipo de profesionales con amplia formación y experiencia. En caso de que necesites orientación psicológica puedes contactarnos para solicitar asesoramiento y nuestro personal buscará para ti la terapia que se ajuste a lo que necesitas. Ponemos a tu disposición diversos formatos de terapia (individual, en pareja, familiar, etc.) y puedes beneficiarte de ellos tanto de manera online como presencial en cualquiera de nuestros despachos físicos de Madrid.

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Referencias bibliográficas:

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Fernández-Ordoñez, E. y cols. (2021). Perinatal grief and Post-Traumatic Stress Disorder in pregnancy after perinatal loss: A longitudinal study protocol. International Journal of Environmental Research and Public Health, 18.

Kersting, A. y Wagner, B. (2022). Complicated grief after perinatal loss. Dialogues in Clinical Neuroscience, 14, 187-194.

Markin, R. D. y Zilcha-Mano, S. (2018). Cultural processes in psychotherapy for perinatal loss: Breaking the cultural taboo against perinatal grief. Psychotherapy, 55(1), 20-26.

Mota, C. y cols. (2021). Los estilos de afrontamiento como predictores del duelo perinatal. Revista Argentina de Ciencias del Comportamiento, 13(1), 50-58.

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autora del artículo

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Por Andrea Martínez Fernández

PSICÓLOGA - SEXÓLOGA COLEGIADA M-28412

Andrea Martínez es licenciada en Psicología por la Universidad de Deusto. Posee un Máster en Psicología Clínica Basada en la Evidencia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Salud Sexual y Psicología Clínica por la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Especialista en Terapias Contextuales (ACT, FAP y técnicas Mindfulness) por el Madrid Institute of Contextual Psychology. También se ha formado en Psicología Afirmativa en Diversidad Sexual y de Género por el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid. Desde 2019 forma parte del equipo colaborador de Avance Psicólogos ofreciendo terapia psicológica, sexológica y de pareja con perspectiva de género. Además, ejerce como divulgadora y formadora en varias plataformas relacionadas con la Educación Sexual.

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