Exceso de autoexigencia: Las 5 principales consecuencias psicológicas. Muchas personas entienden que nuestra capacidad para ser felices tiene que ver con un proceso de desarrollo personal que implica una mejora constante de quiénes somos y cómo vivimos. Esto es en parte cierto, pero resulta insuficiente para comprender lo que nos hace sentirnos bien y autorrealizados. De hecho, si no se gestiona bien, la autoexigencia puede generar el efecto contrario: dañar nuestra salud mental y llevarnos a la infelicidad.
Por eso, en este artículo resumiremos los principales problemas psicológicos por exceso de autoexigencia.
Descubre cómo te puede ayudar nuestra terapia psicológica
Índice
¿Qué es la autoexigencia?
La autoexigencia es el fenómeno psicológico fruto de la combinación entre la atención al detalle en lo que uno mismo hace y la comparación entre lo que se hace y el objetivo al que debería llegarse con esas acciones. Es decir, es un proceso de autoevaluación (formal o más o menos informal) para detectar posibles fallos o imperfecciones en lo que hacemos, con la finalidad de acercarnos a la idea de perfección.
Tal y como se ve en esta definición, la autoexigencia no tiene por qué ser un problema ni algo intrínsecamente malo para nuestro bienestar; sin embargo, si llega a unos extremos muy altos, suele desgastar la calidad de vida de la persona, al dar lugar a una dinámica de perfeccionismo disfuncional.
Causas frecuentes
Entre los elementos psicosociales causantes de problemas por exceso de perfeccionismo, cabe destacar los siguientes:
- Culturas organizacionales en las que se pone énfasis en la competición entre trabajadores.
- Presión social por ajustarse a ciertos protocolos en eventos especiales.
- Roles de género aplicados a la idea de “padre proveedor” y “madre protectora”.
- Presión social por adecuarse a los cánones de belleza.
- Problemas por baja autoestima (sentimiento de que hay que sacrificar tiempo y esfuerzo para compensar por los propios defectos).
Por otro lado, no hay que olvidar que si el perfeccionismo es problemático o no lo es depende en gran parte del contexto en el que se encuentra la persona y su capacidad para salir de esa dinámica. Por ejemplo, es de esperar que entre los deportistas de élite, que se dedican a intentar mejorar sus resultados como modo de vida y dedicación profesional, haya un alto nivel de competición y de atención al detalle, pero no es lo mismo aceptar este hecho con sus ventajas e inconvenientes que sentirse atrapado en ese modo de vida y ver cómo la propia salud física y mental se desgasta sin poder hacer nada para detener ese proceso de degradación (si no se dispone de ayuda profesional).
Los principales problemas psicológicos por el exceso de autoexigencia
Estas son las fuentes de malestar más habituales producidas por un exceso de autoexigencia.
1. Falta de cuestionamiento del referente
En muchos casos, el modelo de “ideal” al que queremos acercarnos está lleno de problemas, pero la tendencia a exigir de nosotros cada vez más evita que nos cuestionemos estos referentes y que orientemos toda la crítica a lo que hacemos nosotros. Por ejemplo, los cánones de belleza suelen estar impuestos a través de videoclips altamente editados, fotografías de modelos con muchos retoques con Photoshop, departamentos de marketing que “filtran” todo lo que dicen y hacen las celebridades de cara al público, etc.
2. Tendencia a compararse con los demás
Muchas personas gestionan mal la autoexigencia porque dedican mucho tiempo y esfuerzos a comparar lo que uno hace con lo que hacen los demás. Esto puede llegar a resultar muy poco útil e incluso bajar la productividad, ya que por un lado muchas veces no existe una sola referencia acerca de lo que hacen el resto (por ejemplo, si se entra en una competición con varias personas y cada una de ellas adopta una estrategia significativamente distinta) y además, para ciertas tareas esta clase de comparaciones aportan muy poca información relevante (por ejemplo, en tareas marcadamente creativas como la composición de una canción). Pero esta clase de dificultades al compararse con el resto llevan a muchas personas a obsesionarse aún más con sacar información de provecho a través de este proceso, al sentir que “se les escapa algo”.
3. Problemas de autoestima que se refuerzan a sí mismos
El exceso de autoexigencia hace que la autoestima de la persona que lo sufre disminuya, porque solo se centra en lo que hace mal y apenas valora lo que hace bien. Debido a esto, siente una necesidad aún mayor de detectar posibles fallos en lo que hace para “compensar” su aparente falta de habilidad o de cualidades positivas.
4. Problemas de estrés
La autoexigencia excesiva implica ir acumulando estrés, ya que nuestro sistema nervioso está en “modo de alerta” para detectar cuanto antes pequeñas imperfecciones o indicios de que lo estamos haciendo mal. Esto, a su vez, repercute en nuestro rendimiento y capacidad para prestar atención, haciendo que se nos dé peor lograr nuestros objetivos a no ser que les dediquemos más tiempo.
5. Problemas de sueño
A causa de la ansiedad y estrés acumulados, surgen los problemas de insomnio. Lo mucho que nos preocupa no llegar a nuestros objetivos impide que “desconectemos” mentalmente y nos relajemos en el momento de intentar conciliar el sueño.
¿Te interesa contar con asistencia psicológica profesional?
Si estás buscando servicios de psicoterapia, te invitamos a que te pongas en contacto con nosotros. En Avance Psicólogos disponemos de más de 20 años de experiencia en el sector, y atendemos tanto a adultos como a niños y adolescentes. Intervenimos en las áreas de la terapia psicológica individualizada, así como en la terapia familiar y de pareja, y también ofrecemos servicios en logopedia, sexología, neuropsicología y psiquiatría. Nos encontrarás en nuestro centro de psicología ubicado en Madrid (en el barrio de Goya), y también puedes optar por la modalidad de terapia online por videollamada.
Descubre cómo te puede ayudar nuestra terapia online
Referencias bibliográficas:
Brewin, C.R.; Gregory, J.D., Lipton, M., Burgess, N. (2010). Intrusive images in psychological disorders: characteristics, neural mechanisms, and treatment implications. Psychol Rev, 117(1): pp. 210 – 232.
Egan, S.J., Wade, T.D., Shafran, R. y Antony, M.M. (2014). Cognitive-behavioral treatment of perfectionism. Nueva York: Guilford.
Greenspon, T.S. (2008). Making sense of error: A view of the origins and treatment of perfectionism. American Journal of Psychotherapy. 62 (3): 263–282.
Shafran, R.; Cooper, Z. & Fairburn, C.G. (2002). Clinical perfectionism: a cognitive‑behavioural analysis. Behaviour Research and Therapy, 40: pp. 773 – 791.