Es triste que todavía tengamos que hablar de aceptar la propia orientación sexual cuando debería ser algo natural o innato. Sin embargo, debido a la cola de siglos y siglos que arrastramos de homofobia, la lesbofobia y la bifobia para muchas personas descubrir y aceptar su orientación sexual sigue siendo un camino complejo y, en la mayoría de ocasiones, arduo, si esta no era la impuesta, la percibida como normal o la que no era catalogada como enfermedad: la heterosexualidad.
Evidentemente, la retirada de la homosexualidad de los manuales psiquiátricos y la prohibición de las terapias de conversión han facilitado la visibilización, el respeto y la aceptación de una orientación sexual distinta o diversa. No obstante, aún queda mucho trabajo por hacer para que la diversidad sexual sea admitida y asumida como la norma y no como la excepción o que forma parte de unas minorías.
En este artículo te explicaremos qué es la orientación sexual y sus caracteríticas, hablaremos de lgtbifobia y cómo afecta a las personas que no son heterosexuales y daremos algunas claves que has de tener en cuenta si quieres comenzar a aceptar tu orientación sexual.
Índice
¿Qué es la orientación sexual?
La orientación sexual no es ni más ni menos que la atracción física, emocional, romántica, erótica o efectiva que se siente hacia otras personas. Es decir, quién te atrae, de quién te enamoras, hacia quién está orientado tu deseo sexual. Además, la orientación sexual es independiente de tu identidad de género y está determinada biológicamente. Esto quiere decir que no se puede aprender a ser homosexual, por ejemplo, o dejar de ser heterosexual a elección.
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Está dictaminado que la heterosexualidad es la norma: si eres mujer te han de atraer los hombres y si eres hombre te han de atraer las mujeres, pero no siempre ocurre así. Existe también la homosexualidad, cuando te atraen persona de tu mismo sexo o género (gay, si eres hombre y lesbiana, si eres mujer) y la bisexualidad (si te atraen ambos géneros, hombres o mujeres indistintamente).
Debido a que existen estas normas rígidas sobre a quién debe estar dirigido tu deseo erótico, asumir la orientación sexual, hoy día, sigue siendo algo bastante complejo. Se ha estudiado muy bien el proceso de asunción de la orientación sexual y contamos con varios modelos que la explican. La mayoría de ellos coinciden en que se pasa por varias fases. La primera fase es de confusión, de sentir que no se es como los demás. Esta etapa va seguida de otra en la que uno o una se resiste a etiquetarse como homosexual o bisexual. Incluso, muchas personas en consulta me han contado que se etiquetaban como bisexuales (en lugar de homosexuales) porque creían que así iban a encajar mejor, ya que todavía podían gustarle alguien de su sexo contrario (puede que de ahí venga el mito de que la bisexualidad es una fase; es más correcto decir que proclamarte bisexual es una fase, no la orientación sexual en sí). Tras un trabajo emocional para deshacerse de la homofobia o bifobia interiorizada viene la fase de aceptar la orientación sexual y comenzar a comunicárselo al entorno más cercano.
7 pasos para descubrir y aceptar tu orientación sexual
A continuación veremos las claves para aceptar tu orientación sexual:
1. Trabaja la inteligencia emocional
Lo primero de todo es conocer, comprender y aceptar tus emociones y los sentimientos que te están sobreviniendo. Para ello, hay que hacerse muchas preguntas (“¿de quién me enamoro?”, “¿Quién me excita sexualmente?) y tratar de responderlas con mucha, mucha honestidad. Por eso, para reconocer lo que realmente sientes se necesita mucha inteligencia emocional. Pueden aparecer emociones como la vergüenza o la culpa y tendrás que aprender a gestionarlas.
2. Gestiona las pérdidas
Es muy probable que cuando reconozcas tus sentimientos y emociones, a ello, le sigan los miedos. Miedos por lo que puedan decir familiares y amigos, incertidumbre sobre si lo entenderán y aceptarán en los entornos por los que te muevas. Por desgracia, en muchos contextos, aún hoy, no es fácil ser homosexual o bi. Reflexiona sobre cuál es la realidad que te rodea a ti para poder enfrentarte a los problemas relacionados con el hecho de no ser heterosexual (ej.: quizás no puedas casarte en el país en el que vives o te resulte complicado tener hijos). Asimismo, es bastante recomendable que revises los propios prejuicios que tengas tú sobre una determinada orientación sexual (ej.: todos los gais tienen pluma y yo no quiero).
3. Valora las ganancias
Aceptar tu orientación sexual también tiene beneficios y tomar conciencia de ellos es un paso clave para ello. El primero de todos, por descontado, es que tu ansiedad se irá reduciendo y te encontrarás mejor. Dejar atrás las dudas sobre si te gustan los hombres, las mujeres o ambos, te ayudará a ir con más tranquilidad. Con ello, también pueden aminorar la vergüenza y la culpa. Estar libre de dudas también tiene la ventaja de que ya puedes dirigir tu vida en muchas áreas, pero en especial, la de la pareja y empezar a disfrutar de tu sexualidad tal y como es. Ganarás en autoestima y en la autenticidad de tus relaciones.
4. Construye tu identidad
Para construir tu verdadera identidad (no una en la que tienes que ir con pies de plomo aparentando), recurre a diferentes medios. A quien lo hace poniéndose en contacto con asociaciones LGBT, saliendo por la zona más LGBTfiendly de su ciudad o, conociendo a otras personas con otra orientación sexual distinta a la hetero. También puedes recurrir a leer material especializado o seguir en redes a famosos o famosas con las que sientas identificación. Existen podcast, canales de youtube, etc., que hablan sobre diversos temas siempre desde un punto de vista feminista y desde la diversidad sexual.
5. Comunica y comparte
Una vez hayas pasado por todo el proceso de resolver tus dudas y empezar a sentirte tú es el momento de la famosa salida del armario. Ahora bien, este no es un paso obligatorio y que es muy recomendable saltarse si se sabe que no se está en un entorno seguro, donde se va a sufrir rechazo e incluso hay riesgo de agresión. Por desgracia, esta es aún la situación de muchas personas y no se es más valiente por salir del armario sin cierta seguridad. Lo ideal sería que todas las personas pudiéramos hablar de nuestra orientación sexual con naturalidad, por supuesto, pero valora con quién sales del armario y de qué forma. Recuerda que tampoco tienes por qué compartir algo que para ti es intimo con todo el mundo si no quieres. La salida del armario para muchas personas supone darse cuenta del amor incondicional de sus seres queridos y volver a acercarse a ellos.
6. Sana tus heridas
Sentirte digno o digna por ser quien eres es el objetivo de aceptar tu orientación sexual. Sin embargo, debido a la lgtbifobia que sufrimos e interiorizamos a lo largo de la vida, acarreamos ciertas heridas por los prejuicios y el rechazo. Y recuperarse de esas secuelas puede ser un camino largo. El acoso o el bullying por la orientación sexual puede generar estrés postraumático y no es raro ver síntomas en personas que lo han sufrido.
7. Conoce gente de tu misma orientación sexual
Tal vez, tus círculos sociales estén compuestos de personas heterosexuales. Está muy bien empezar a conocer gente con de tu misma orientación con la que tengas cosas en común. Estar en un ambiente donde otras personas han pasado por lo mismo que tú y que le gusta lo mismo que a ti, obviamente, ayuda a que aceptes tu orientación sexual. Además, sentirás que te quieren tal y como eres. Todas necesitamos un espacio seguro en el que poder ser nosotras mismas.
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Conclusiones
Lo primero que debemos tener claro es que tenemos la orientación sexual que tenemos porque la biología así lo ha determinado. Es decir, nadie “aprende” a ser gay o lesbiana, ni es una enfermedad ni fruto de un trauma o por determinadas experiencias en la vida o el tipo de crianza. Todo esto son mitos entorno a la orientación sexual que no hacen más que perpetuar la homofobia, la bifobia y la lesbofobia.
En conclusión, si viviéramos en una sociedad libre de lgtbifobia, descubrir y asumir nuestra orientación sexual sería pan comido. ¿O caso habéis conocido a alguna personas heterosexual que le haya sido difícil a asumir su heterosexualidad? No. Los prejuicios hacia el colectivo LGTBI son tan grandes (y también, la ignorancia y la falta de visibilización) que hace que todas y todos los interioricemos, aunque jueguen en nuestra contra.
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¿Buscas terapia para aceptar tu orientación sexual?
Trabajar la homofobia o bifobia interiorizada no es un proceso fácil. Es un trabajo que se suele hacer en terapia y que es muy difícil de manejar en la más absoluta soledad y sin el acompañamiento de un psicólogo especialista en diversidad sexual y de género. En Avance Psicólogos colaboramos con profesionales sexólogas con este perfil. Si quieres más información ponte en contacto con nosotros.
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Referencias bibliográficas:
Martín, G. J. (2016). Quiérete mucho, maricón: Manual de éxito psicoemocional para hombres homosexuales. Roca editorial.
Castellano Melguizo, A. (2020). Homofobia interiorizada: factores de riesgo y de protección. Una revisión sistemática de la literatura.