Fetichismo: ¿Qué es y cuáles son los más comunes?

Tipos de fetiches o parafilias: Descubre los más comunes y su significado

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En el lenguaje popular solemos utilizar la palabra fetiche o fetichismo para decir que algo nos gusta mucho o que nos obsesiona, sobre todo, cuando ese algo, ya sea un objeto, un gesto o un rasgo físico, tiene un componente sexual. O sea, cuando algo que está fuera de lo común o de la norma nos excita sexualmente. Los fetichismos o, también llamados parafilias, forman parte de la sexualidad de las prácticas eróticas de muchas personas. Por desgracia, muchas veces, en concreto algunos tipos de fetichismo, en lugar de verlo como parte de la diversidad sexual humana, la sociedad los patologiza o las demoniza.

Pero ¿es el fetichismo algo patológico? ¿qué distintos tipos de fetichismo existen? ¿los hay mejores y peores? ¿no son algunos ilegales? ¿cuáles? ¿todos necesitan tratamiento psicológico? En este artículo vamos a tratar de definir desde el ámbito de la psicología y la sexología contestar a todas estar preguntas, definir lo que es un fetichismo y cuáles son los más comunes.

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¿Qué es el fetichismo?

Podemos definir fetichismo como la excitación sexual que provoca algún objeto (ej.: prendas de vestir como las medias), alguna práctica erótica (ej.: los besos), roles sexuales (ej.: la sumisión) o una parte del cuerpo (ej.: los pies). Sigmund Freud lo definió como la atracción sexual anómala hacia algún objeto o parte del cuerpo y que no tienen que ver con la reproducción. Como suele ser habitual en lo que a sexualidad se refiere el padre del psicoanálisis lo patologizó, incluso, años atrás las parafilias estaban severamente castigadas, pues se consideraban algo perverso. Sin embargo, el fetichismo no tiene por qué ser algo patológico y, además, no es lo mismo atracción que excitación.

Por otro lado, podemos hablar de dos tipos de fetichismo. En primer lugar, podemos hablar de aquellos fetichismos que son más limitantes en el sentido de que la persona solo se puede excitar si el fetiche en sí está presente en el encuentro erótico. En caso de que no sea así la persona no podrá disfrutar de sus relaciones sexuales. No obstante, esto no suele ser lo común y el fetichismo que tenga la persona será una parte más del sexo y que le guste añadir a sus prácticas sexuales. De primeras, el fetichismo o parafilia no lo vamos a considerar algo insano o patológico, siempre y cuando sea algo que no limite a la persona o la condicione a la hora de disfrutar plenamente de su sexualidad.

No hemos de perder de vista que se trata de una cuestión de gustos y que las personas somos muy diversas. Aunque esos gustos, sean los que sean, no sean los habituales, no quiere decir que la persona tenga un problema. Salvo excepciones que pueden incurrir en o son delito y que mencionaremos más adelante, la mayoría de fetiches no son perjudiciales para la salud física ni mental, todo lo contrario, forman parte de la diversidad que existe dentro de la sexualidad de los seres humanos.

Los tipos de fetichismo más comunes

Queremos señalar que a lo largo del tiempo se han llegado a tipificar hasta más de quinientas parafilias y que se pueden ejercer de manera sana y vivir las relaciones sexuales y la sexualidad de forma plena, siempre y cuando se conozcan los límites y el cómo disfrutarlas tanto en soledad como en compañía. A continuación, te contamos los tipos de fetichismo más comunes:

1. Voyeurismo

Se trata de sentir excitación sexual al ver u observar a una persona o personas desnuda practicando sexo en un contexto privado. ¡Ojo! Con este tipo de fetichismo se puede incurrir en delito si no existe consentimiento por parte de la persona o personas que están siendo observadas. No se consideraría fetichismo el haber disfrutado de ver a una persona desnuda sin haberlo planificado previamente.

2. Masoquismo

Sentir placer siendo humillado, insultado o sintiendo dolor físico. Además, este fetichismo siempre va a tener un componente erótico. Aunque es más común en mujeres, también hay hombres que disfrutan cuando se les ata, se les pega o se les somete. Esto también tiene que ver con el placer erótico que se obtiene al adoptar un rol en la cama de sumisión.

3. Zoofilia

Es una de los más conocidos y se refiere a sentir excitación sexual ante la idea de mantener relaciones sexuales con animales. Hay quien lo lleva a la práctica, sin embargo, puede ser delito por considerarse maltrato animal. Aprovechamos aquí para indicar que no es lo mismo tener fantasías con un objeto o, en este caso, con un ser vivo que llevar a cabo esa práctica. Las fantasías son libres y lícitas, las conductas, no todas.

4. Parcialismo

Este tipo de fetichismo se refiere a la excitación sexual con alguna parte del cuerpo que no sean los genitales. La más común son los pies, pero también pueden ser las manos, las axilas o el ombligo. El placer se puede obtener al observar, acariciar, lamer, etc. la parte del cuerpo objeto de deseo en cuestión.

5. Fetichismo travestista

Consiste en la excitación sexual que se da cuando la pareja sexual se viste con ropa típicamente categorizada como del otro género. Se diferencia del travestismo en que, en el caso del fetiche, la persona disfruta cuando su pareja se viste con dicha ropa. En cambio, en el caso del travestismo es la persona misma quien disfruta vistiéndose.

6. Asfixiofilia

A pesar de que puede ser peligroso, si se realiza correctamente y con las medidas de seguridad adecuadas, este tipo de fetichismo puede generar mucho placer a quien lo tenga. Consiste en restringir, a través de cuerdas o con las propias manos, la respiración de forma intencionada. Como siempre, si se practica en compañía, es absolutamente necesario que la práctica haya sido previamente consensuada y consentida.

7. Altocalcifilia

En este caso, el objeto de deseo son los zapatos de tacón. Más común en hombres heterosexuales que se excitan al ver o practicar sexo con una mujer que lleva tacones, no obstante, por supuesto se puede dar en otras orientaciones sexuales como en hombres homosexuales que disfrutan viendo a otros hombres en tacones.  También, puede ser que la excitación se produzca ante los zapatos de tacón en sí mismos.

8. Exhibicionismo

Esta es una parafilia que consiste en obtener gratificación sexual al mostrar la propia desnudez a los demás sin que estas lo hayan solicitado o aceptado, y normalmente por sorpresa. Por ello, también comporta realizar una acción delictiva. Es algo más frecuente en hombres que en mujeres, y ocurre sobre todo en lugares públicos, ante desconocidos.

9. Frotismo o frotteurismo

El frotismo es la tendencia a experimentar placer sexual a través de la fricción con personas sin contar con el permiso de ellas. Suele realizarse en lugares públicos y a través de la ropa, intentando mantener un perfil bajo y sin llamar la atención. Comporta realizar una conducta considerada acoso sexual, como mínimo.

10. Pedofilia

La pedofilia es una parafilia en la que se experimenta placer sexual a través de la relación (real o imaginada) con menores de edad por parte de personas mayores de 18 años y con una amplia diferencia de edad con respecto al/la menor. Satisfacer esta parafilia supone caer en conductas criminales capaces de dañar profundamente a los menores víctimas de ello.

11. Urofilia y coprofilia o scat

La urofilia y la coprofilia son parafilias fetichistas en las que el objeto que produce placer sale del cuerpo.

En el caso de la urofilia, el objeto de deseo es la orina, ya sea bebiéndosela o duchándose en ella (lluvia dorada). También se considera urofilia el sentir placer al tocar, ver o escuchar a alguien orinar.

La coprofilia viene a ser casi lo mismo que la urofilia, solo que aquí lo que provoca placer son las heces y todo lo que esté relacionado con ellas. En la mayoría de los casos la atracción sexual es hacia heces humanas, pero también hay quienes disfrutan de los excrementos de animales.

12. Knismolagnia o tickling

La knismolagnia, más conocida entre sus adeptos como “tickling” (“cosquillear”) es la práctica erótica en la que se siente placer sexual al hacer y/o recibir cosquillas. Se considera que una persona tiene esta parafilia siempre y cuando las cosquillas las haga/reciba como elemento importante para alcanzar el orgasmo.

¿Cuándo el fetichismo o parafilias se consideran un problema?

El fetichismo no es un trastorno en sí mismo, pero puede volverse problemático cuando:

    • Se convierte en una obsesión que interfiere con la vida diaria.
    • Causa angustia o incomodidad a la persona que lo experimenta.
    • Involucra a personas no consentidoras.
    • Provoca daño físico o psicológico.

Si un fetichismo limita la capacidad de disfrutar de una vida sexual plena o genera problemas en las relaciones, es recomendable buscar apoyo en terapia sexológica.

Cómo hablar de fetichismo con tu pareja

Expresar deseos sexuales poco convencionales puede generar temor al rechazo. Sin embargo, la comunicación abierta y honesta es clave para una vida sexual satisfactoria. Algunos consejos útiles incluyen:

  • Elegir un momento adecuado y un ambiente relajado.
  • Explicar el fetichismo sin vergüenza ni culpa.
  • Escuchar la reacción de la pareja con empatía.
  • Negociar límites y encontrar puntos de acuerdo.

 

Aceptar y comunicar los propios deseos es el primer paso hacia una vida sexual más plena y libre de tabúes.

Conclusiones

Como ya hemos señalado, la mayoría de parafilias no se consideran nocivas o perjudiciales. Sin embargo, existen algunas que sí lo son y, además son ilegales. Este tipo de parafilias (si son llevadas a la práctica) se deben denunciar. Estas son: el exhibicionismo, la pedofilia o pederastia y el voyerismo, dado que no existe el consentimiento y puede causar daño psicológico grave por el abuso de poder o el acoso sexual.

Para que un fetichismo no se considere patológico o problemático se tienen que cumplir al menos los siguientes requisitos: que no sea algo obsesivo, que se ejerza de manera voluntaria de forma que haya consentimiento y consenso por todas las partes participantes y que no produzca un daño parcial o permanente.

La mayor dificultad que se suele encontrar una persona con un tipo de fetichismo es el comunicarlo a su pareja o parejas sexuales. Las parafilias son algo que está poco normalizado en la sociedad actual y cuando se habla de ello tiende a generar risa, burla o rechazo. Si crees que tienes algún tipo de fetiche lo mejor que puedes hacer es aceptarlo tú mismo o tú misma y, a partir de ahí te será mucho más fácil comunicarlo a tus potenciales parejas.

 

¿Tu fetichismo está afectando tu vida sexual?

Si este artículo te ha ayudado a comprender mejor el mundo del fetichismo, pero sientes que tus deseos o preferencias sexuales están generando ansiedad, conflictos en pareja o dificultades para disfrutar plenamente de tu intimidad, contar con apoyo profesional puede marcar la diferencia.

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Referencias bibliográficas:

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Perini Neto, G. (2016). Una aproximación a las parafilias: análisis de prevalencia.

Esparza Dávalos, C. I., Franco García, A., Martin Márquez, B., Vázquez Rodríguez, R. S., & Villanueva Yerenas, M. D. L. Á. (2011). Las 8 parafilias sexuales más comunes y la opinión de los jóvenes del Centro Universitario de los Altos.

Rodríguez López, T., & Salgueiro Labrador, L. R. (2020). Parafilias: consideraciones clínicas y médico legales. Revista de Ciencias Médicas de Pinar del Río24(6).

Asociación Americana de Psiquiatría. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. 5a edición. Washington, DC: Asociación Americana de Psiquiatría; 2013

Flores Colombino, A. (2002). Parafilias y variantes sexuales. Editorial AyM.

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autora del artículo

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Por Brenda Ruano Bodemer

PSICÓLOGA SEXÓLOGA COLEGIADA M-34490

Brenda Ruano Bodemer (Madrid, 1993) se graduó en Psicología por la UCM. Trabaja en la consulta privada desde 2016. Desde entonces, lleva formándose en distintos ámbitos de la psicología: Máster en Sexología, educación sexual, asesoramiento y terapia sexual (UCJC, IUNIVES), Máster en Psicología General Sanitaria (Universidad de Nebrija). Título en Psicología Afirmativa en Diversidad Sexual y de Género (COP). Además de la consulta privada, ha trabajado en centros de día de adicciones y, actualmente, imparte talleres de Educación Sexual en institutos y da formación a profesores sobre Educación Sexual.

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