El trastorno de despersonalización es uno de esos trastornos que pueden alterar la forma en la que vemos y percibimos las cosas a nivel emocional. Genera mucho malestar y muchas veces es muy difícil detectarlo, puesto que puede con otros trastornos que tienen síntomas comórbidos.
La despersonalización en sí es un síntoma patológico que puede formar parte de otros trastornos como el trastorno por ataque de pánico o pudiendo llegar a desarrollarse un trastorno de despersonalización. Ha sido poca la investigación que se le ha dedicado a este trastorno, pero en los últimos años se ha descubierto que tiene que ver con una desconexión córtico-subcortical entre otras cosas.
En este artículo te explicaremos qué sabemos del trastorno de despersonalización, qué síntomas podemos identificar cuando aparece, cómo puede llegar a producirse y cómo lo podemos abordar en la terapia psicológica.
Índice
¿Qué es el trastorno de despersonalización?
El trastorno de despersonalización es un fenómeno patológico en el cual quien lo sufre experimenta una sensación de extrañeza dirigida a sí misma. El en DSM 5 se clasifica dentro de los trastornos disociativos, aquellos cuya característica principal es la falta de una conciencia integrada totalmente. Otros trastornos disociativos son la amnesia disociativa y el trastorno de identidad disociativo.
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La persona que lo padece lo suele describir como si fuera una mera espectadora de lo que le está ocurriendo sin sentir que le está sucediendo a ella. Es como si se viera en tercera persona o “desde fuera”. Genera una sensación de irrealidad, por lo que también se llama desrealización. Por todo ello, es muy complicado de describir por la propia persona y, en consecuencia, difícil de entender para quien lo escucha.
El síntoma de despersonalización es común que ocurra cuando se está sufriendo una agresión, por ejemplo, o viviendo un suceso traumático como puede ser un accidente de coche o una violación sexual. Ante sucesos tales, el cerebro ha de protegerse y lo hace a través de la desintegración del Yo. Digamos que el vivirlo en tercera persona es “más fácil” o más útil para sobrevivir que vivirlo en primera persona. Se trata de una barrera al dolor y el sufrimiento.
Sin embargo, al ocurrir esto, significa que los pensamientos, las emociones y las circunstancias no se está produciendo un procesamiento adecuado. El cuerpo se desconecta al estar viviendo algo muy doloroso e intolerable para nuestro sistema nervioso. Aunque es una estrategia de supervivencia, esto deja secuelas psicológicas a largo plazo como pueden ser trastornos de ansiedad o del estado de ánimo, la disociación o el trastorno de despersonalización.
Síntomas del trastorno de despersonalización
Los síntomas de la despersonalización son una serie de sensaciones que describimos a continuación:
- Sentirse un observador externo, como observarse a sí mismo “desde fuera” y fuera de sus pensamientos.
- Sensación de falta de control sobre lo que se dice o sobre cómo se mueve uno y sensación de que el cuerpo no le pertenece.
- Sensación de desconexión con el cuerpo.
- Estas sensaciones y sentirse alejado del cuerpo generan malestar psicológico, aunque la persona pueda parecer calmada.
Todas estas sensaciones se pueden dar en un momento puntual como los que mencionábamos en el apartado anterior (un evento traumático) o se pueden dar de manera que duran en el tiempo. Aquí es cuando hablaríamos del trastorno de despersonalización.
En la ansiedad, a veces, también se sufre el síntoma de la despersonalización. No es que se confunda lo que es real con lo que no lo es como puede ocurrir, por ejemplo, en un trastorno psicótico. La persona puede distinguir la realidad, sin embargo, se siente extraña y ello genera aún más ansiedad, pudiendo creer que se está volviendo loca.
Causas del trastorno de despersonalización
Como ya hemos señalado la principal causa de la despersonalización es haber vivido un evento traumático o una experiencia traumática que ha perdurado en el tiempo. A menor edad y mayor duración del trauma, mayor probabilidad hay de sufrir el trastorno de despersonalización o desrealización u otros como la disociación o la amnesia disociativa. El trauma puede tener como consecuencia diversas secuelas psicológicas que debe evaluar un terapeuta formado y experimentado.
Otra causa que explica el trastorno de despersonalización es la desconexión que se produce entre el cuerpo y la mente. Cuando vivimos experiencias que nuestro sistema nervioso no puede tolerar, por las emociones tan intensas que genera, el sistema se colapsa y se activan diferentes zonas cerebrales que impiden que la información sobre lo que ha ocurrido se procese correctamente.
Otras causas son:
- Heridas emocionales relacionadas con las figuras de apego más importantes que, por lo general, son los padres.
- Consumir estupefacientes.
- Otros trastornos en los que se manifiesta como un síntoma más, a saber: la depresión, el trastorno de pánico y, en especial, el trastorno de estrés postraumático o TEPT.
- Enfermedades o lesiones médicas como una lesión encefálica, migrañas o convulsiones.
Tratamiento del trastorno de despersonalización
La despersonalización es un trastorno o síntoma difícil de detectar, sobre todo, en enfoques terapéuticos tradicionales como la terapia cognitivo conductual o las terapias de tercera generación. Además, desde dichos enfoques es difícil también su abordaje. Su objetivo sería reducir la angustia y la ansiedad a través de técnicas psicológicas como la psicoeducación, estrategias de regulación emocional, reestructuración cognitiva o técnicas de relajación o de mindfulness. No obstante, este enfoque no va a la raíz del problema, por lo que el riesgo de recaída es alto.
Nosotros abogamos por las terapias humanistas o aquellas que tienen un enfoque integrativo, pero, sobre todo, sería muy interesante la terapia sensorio-motriz. Esta consiste en el trabajo con el cuerpo y el trabajo con las partes del self. Su objetivo es identificar cuáles son esas partes, aprender a reconocerlas y, finalmente, integrarlas para que funcionen en sintonía y no en contra de la persona.
Por otro lado, para trabajar el trauma la OMS recomienda la técnica EMDR. Hay terapeutas que utilizan esta técnica como terapia, es decir, es lo único que utilizan para trabajar el trauma. Esto es porque hay fuentes que señalan que es una técnica rápida no invasiva y que, incluso, no es necesaria la relación terapéutica. La técnica EMDR consiste en una serie de movimientos oculares que conectan ambas partes del cerebro y que consigue que así se procese la información traumática que no fue procesada en su momento.
Sin embargo, nosotros vemos el EMDR como una técnica más, aunque muy potente, en especial en el trabajo con el trauma y en las secuelas que deja este como puede ser la despersonalización. Un enfoque integrativo siempre es el más adecuado en estos casos.
Conclusiones…
La despersonalización es un fenómeno que si ocurre de forma leve y episódica todas las personas hemos experimentado y resulta nada más que algo pasajero. Un ejemplo en el que nos podemos ver reflejados es cuando hemos ido de manera automática a un sitio pero no recordamos bien cómo hemos llegado.
La despersonalización se puede llegara convertir en un problema cuando persiste y se da de manera recurrente, puesto que afecta de manera negativa a nuestras emociones y a nuestras conductas. Condiciona cómo nos comportamos e influye en las decisiones que tomamos más de lo que se puede llegar a pensar.
El trastorno de despersonalización se trata de un trastorno complejo de entender. Esto se ha debido a la falta de investigación, ya que no ha habido hasta hace poco. Por tanto, los profesionales de la psicología no han recibido una amplia formación en el tema y hasta la fecha lo llevaban profesionales muy especializados en la materia.
La necesidad de más investigación en los trastornos disociativos y en la despersonalización es obvia. Además, consideramos muy necesaria una buena formación en ellos y una formación que sea continua, pues recién se ha empezado a estudiar sobre ello y, por ende, el profesional de la psicología va a necesitar actualizarse.
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¿Estás buscando ayuda?
Si sientes mucho malestar psicológico o somático y crees que puede tener que ver con un posible trastorno de despersonalización lo primero que debes hacer es consultarlo con un psicólogo. Sería necesario que un profesional te evalúe y trabajara contigo aquello que te preocupa. En Avance Psicólogos colaboramos con un equipo de terapeutas con un enfoque integrativo de la psicoterapia, que presta servicios a través de la terapia online, o bien de manera presencial en nuestros centros de psicología en Madrid. Puedes llamarnos para pedir más información y te ayudaremos.
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Referencias bibliográficas:
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Apego y psicopatología: La ansiedad y su origen. Conceptualización y tratamiento de las patologías relacionadas con la ansiedad desde una perspectiva integradora (6a edición). (2020). Desclée de Brouwer.