“Estoy asocial este verano”, “Juan es súper asocial, nunca quiere venir con nosotros”, “en esta sociedad cada vez nos estamos volviendo más asociales”, son algunos ejemplos de frases que podríamos escuchar que una persona le dice a otra, un día cualquiera, en una cafetería o en el transporte público.
Como vemos, el término asocial es una palabra que está dentro de nuestro lenguaje y que se usa con cierta frecuencia, aunque es posible que no conozcamos adecuadamente cual es su significado más preciso o incluso que hayamos podido confundir este término con alguno otro parecido, pero no sinónimo, como podría ser antisocial.
A lo largo de este artículo, definiremos qué es exactamente el término asocial, en qué se diferencia del término antisocial y facilitaremos algunas pautas que puedan ser útiles para las personas que presentan con conductas asociales que les limitan de alguna forma su calidad de vida.
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Índice
¿Qué es ser asocial?
Las personas asociales suelen tener poco interés en relacionarse con otras personas o en participar en actividades que conlleven interacciones sociales. Por ejemplo, suelen sentir mucha incomodidad ante las reuniones familiares, de amigos/as, de vecinos…
En contraposición, estas personas disfrutarán mucho más de todas aquellas actividades y situaciones que puedan realizar solos/as: leer, ver películas o series, hobbies que se puedan realizar en casa… Es decir, se sentirán más cómodos/as haciendo todo aquello que no requiera la interacción social. Evitarán convivir con otras personas en la medida que les sea posible.
Algo importante es que las personas asociales, en su mayoría, sí que cuentan con las habilidades sociales necesarias para interactuar con los demás. Sin embargo, eligen relacionarse con muy pocas personas. Es habitual que su mayor interacción social tenga lugar con miembros de su familia y que en general tengan muy pocos amigos/as, o incluso ninguno/a.
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¿Ser asocial es un problema?
Ser asocial no tiene por qué ser un problema, siempre y cuando la persona encuentre bienestar en su forma de vivir. Igual que hay personas con una vida social muy activa, otros/as prefieren pasar más tiempo a solas. Ser asocial no es un trastorno psicológico, sino una característica de la personalidad. Podemos entenderlo mejor recordando que, simplemente, hay personas que tienen una menor necesidad de relaciones sociales. Prefieren la soledad y tienen escasa motivación para comprometerse en los vínculos con los demás.
Sin embargo, como hay actividades que requieren del contacto con otras personas (cuando necesitamos ayuda, para desempeñar algunas tareas en el trabajo…), ser asocial puede ser limitante en la medida que les impida alcanzar objetivos que impliquen un mayor contacto del que estas personas elegirían o por ejemplo, en el caso de que se queden especialmente aislados.
Una situación que en ocasiones observo en terapia, es que estas personas pueden vivir malestar si principalmente se relacionaban con 2-3 personas y para ellos/as estaba bien así, pero esas personas fallecen o se mudan, por ejemplo, y entonces pasan a encontrarse absolutamente solos/as.
Diferencia entre asocial y antisocial
Los términos asocial y antisocial son muy frecuentemente confundidos, debido a lo similares que son ambas palabras, pero su significado es bastante distinto así que conocer sus diferencias nos puede ayudar a no equivocarnos con estos términos. Como acabamos de nombrar, “asocial» quiere decir falta de interés o comodidad a la hora de realizar actividades que impliquen la convivencia o relación con otras personas.
Sin embargo, para emplear adecuadamente el término «antisocial» debemos saber que a lo que se refiere es a personas que llevan a cabo conductas que conllevan la violación activa de normas sociales y derechos de otros/as. Al referirnos a una persona antisocial, estamos hablando de un trastorno de la personalidad: trastorno de la personalidad antisocial. Son personas que pueden llegar a mostrar conductas agresivas y manipuladoras (ejercer violencia física o verbal, mentir y/o chantajear), afectando negativamente a quienes le rodean.
Por lo tanto, y haciendo especialmente referencia a las personas asociales que es lo que no ocupa en este post, debemos tener claro que aunque estas personas muestran una gran falta de interés social en ningún caso esto va a conllevar implicaciones con respecto a la ilegalidad o a dañar a los demás.
Término | Significado |
---|---|
Asocial | Falta de interés en las relaciones sociales o en la interacción con otros. Prefiere la soledad y evita reuniones o actividades grupales. |
Antisocial | Conducta que desafía normas sociales y derechos ajenos. Puede implicar agresividad, manipulación o actitudes destructivas. Está vinculado con el Trastorno de la Personalidad Antisocial. |
Características de las personas asociales
Las personas con rasgos asociales comparten ciertas características comunes:
1. Prefieren la soledad
Esta es una de las principales características de las personas asociales. Disfrutan mucho de su propia compañía, simplemente, la prefieren. Encuentran bienestar realizando actividades de manera individual, en muchos casos tienen intereses culturales, intelectuales, creativos… que pueden desarrollar solos/as.
2. Tienen desinterés en las interacciones sociales
Esta es la segunda principal característica de las personas asociales. Como explicábamos al definir qué son las personas asociales, una de las cosas que más les define es un falta de interés y motivación por relacionarse con los demás, es algo que no disfrutan mucho.
3. Son independientes y autosuficientes
Las personas asociales tienden a ser independientes y autosuficientes. Sus relaciones suelen limitarse a su círculo familiar más íntimo y quizás algún amigo/a, pero aún así prefieren y priorizan su propia independencia.
4. Son reservados/as
Las personas asociales pueden dejarnos con la sensación de que son poco comunicativos/as. En sus escasas relaciones con otras personas sus interacciones carecen de contenido emocional e incluso puede transmitir la imagen de cierta frialdad.
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5. Evitan multitudes y eventos sociales
Las aglomeraciones les resultan agobiantes, por lo que es poco común que acudan a eventos donde se juntan muchas personas, como podrían ser conciertos, manifestaciones, eventos deportivos… Prefieren los ambientes tranquilos y frecuentados por menos personas.
Consejos para vivir mejor si eres asocial
Si te identificas con este rasgo de personalidad, aquí tienes algunas estrategias para mantener el equilibrio entre la independencia y el bienestar social
1. Acéptate tal y como eres
Todas las personas tenemos nuestra propia forma de ser y necesidades personales distintas. Disfrutar de realizar actividades solo/a es válido. Sentir menos necesidad y deseo de compartir tiempo con otras personas, no tiene por qué estar mal. Conocerte y aceptarte tal y como eres probablemente te ayude a vivir con mayor equilibrio emocional.
Ahora bien, es importante que seas honesto/a contigo y que realmente lo que te suceda es que vivas más tranquilo/a de esta forma y que no evites las interacciones sociales porque lo que realmente sucede es que sientes miedos, pero que realmente te gustaría poder relacionarte más, porque si este es el caso, mejorar en estos miedos puede ser de ayuda para ti. Lo más importante es clarificar tu situación personal para vivir una vida con bienestar.
2. Establece límites claros
Como decíamos, las personas asociales en general son reservados/as y en muchos momentos prefieren hacer actividades solas/as. Expresar a las personas cercanas tus límites, probablemente te ayude poder elegir el contacto cuando realmente quieras, el tiempo que para ti sea adecuado y compartiendo con los demás hasta donde te sientas cómodo/a, evitando sentirte presionado/a.
3. Evita el aislamiento total
Por último, es importante recordar que aunque seas una persona muy independiente, quedarte absolutamente aislado quizás pueda generarte malestar. Aunque tu necesidad social sea reducida, contar con un mínimo de apoyo es importante para todo el mundo.
En necesario que consideres esto y evites quedarte absolutamente solo, si por cualquier razón las personas más cercanas ya no están, quizás es un momento indicado para buscar algún nuevo apoyo, y si esto te resulta complicado, puedes solicitar apoyo psicológico para aprender estrategias útiles.
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¿Cuándo buscar ayuda profesional?
Ser asocial no es un trastorno, pero cuando el aislamiento provoca malestar, ansiedad o depresión, puede ser conveniente buscar ayuda psicológica.
Algunas señales de alerta incluyen:
- Sentimientos de soledad o vacío.
- Dificultades para alcanzar objetivos personales o profesionales.
- Evitar interacciones no por preferencia, sino por miedo o angustia.
Si crees que el aislamiento está afectando tu bienestar, un psicólogo puede ayudarte a encontrar estrategias para manejar esta situación de manera saludable.
Conclusiones
A lo largo de este artículo hemos definido qué son las personas asociales, un término que seguramente habías escuchado pero que quizás no sabías describir con exactitud y lo hemos diferenciado de las personas antisociales, que aunque son palabras que se parecen mucho, tienen significados bastante distintos.
Para concluir, nos parecía relevante señalar que las personas somos muy diversas y podemos tener necesidades de relaciones sociales muy diferentes, es decir, no a todos/as nos tiene por qué gustar relacionarnos con muchas personas. Entender esto puede ayudarnos a respetar las diferentes formas de vivir que existen y tener una mirada más amplia hacia la diversidad humana.
¿Te sientes mejor en soledad, pero temes que el aislamiento afecte tu bienestar?
Si después de leer este artículo te has dado cuenta de que disfrutas de tu independencia, pero el aislamiento empieza a generar malestar o te impide alcanzar ciertos objetivos personales o profesionales, es momento de dar un paso adelante.
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Referencias bibliográficas:
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Moreno-Jiménez, B., Garrosa-Hernández, E., & Gálvez-Herrer, M. (2005). Personalidad positiva y salud. Psicología de la salud. Temas actuales de investigación en Latinoamérica, 59-76.
Roca, E. (2014). Cómo mejorar tus habilidades sociales (Vol. 4, pp. 27-7). Valencia: Acde.