¿Has escuchado alguna vez esto de las relaciones liana? Quizás sea un concepto que te suene de algo. A algunas personas les es muy difícil acabar una relación y no implicarse de nuevo en otra. ¿Será porque tienen miedo a quedarse solas? El llamado “contacto cero” se les hace imposible. ¿Cómo entienden las relaciones de pareja y la soltería las personas que tienden a tener relaciones liana?
En este artículo te explicamos qué son las relaciones liana, cuáles son las causas y cuáles pueden ser sus consecuencias. Hablaremos de si son perjudiciales o no, cuándo es necesario el contacto cero y cómo evitar caer en este patrón si es lo que te está ocurriendo.
Índice
¿Qué son las relaciones liana y por qué ocurren?
Las relaciones liana son aquellas relaciones que se dan justo cuando ha terminado una anterior. Bien puede ser porque la persona ya estaba empezando a sentir cosas por otra persona cuando estaba con la anterior o bien, puede ser porque la persona no soporta la soledad, tiene el concepto de pareja muy instrumentalizado, es decir, algo que necesita para estar bien o, bien, porque la persona sufre de mucha dependencia emocional y mucho miedo al abandono y a la soledad.
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El concepto relaciones liana tiene su origen en la metáfora de Tarzán, quien utilizaba las liana para moverse y, sobre todo, para no caerse. Antes de soltar una liana ya tenía agarrada la siguiente. Sentir dolor tras una ruptura es normal, hemos perdido algo que era importante. Pero, a veces, ese dolor se hace tan insoportable que buscamos rápidamente otra relación para evitar caernos en ese dolor. Las relaciones liana es el equivalente al dicho “un clavo saca otro clavo”. Tenemos tan interiorizados estos dicho populares que los tomamos como normas o reglas de cómo se han de vivir las relaciones, sin darnos cuenta que, así, evitamos hacer duelos que son necesarios para que podamos manejar nuestro malestar y seguir avanzando en nuestro bienestar.
Consecuencias de las relaciones liana
La persona que encadena relaciones liana, aunque no sea consciente de ello y que, incluso, crea que así está mejor se está perdiendo muchas oportunidades y evitando trámites emocionales que ha de hacer si quiere mejorar la autorregulación de las emociones, pero también, cómo vivir una relación de pareja desde el amor, los cuidados y la intimidad y no tanto desde la necesidad.
Pérdida de la oportunidad de crecimiento emocional
Habitualmente, las personas que tienden a las relaciones liana son personas que tienen muy poco conocimiento y consciencia de sí mismas. Están acostumbradas a regularse a través de otra personal, por lo común, a través de una pareja o relación romántica. Esto se traduce en que si no tienen a la pareja al lado o como red en la que dejarse caer cuando se desbordan emocionalmente, se sienten mal o tienen algún conflicto interno. Esto les impide el crecimiento personal y el buscar otras redes en las que dejarse caer, como las relaciones familiares, las amistades o, aunque cueste creerlo ellas mismas.
Disminución de la independencia
Las personas con relaciones liana, como hemos dicho, suelen relacionarse con los demás con un apego ansioso. Algo muy característico de las personas con apego ansiosos es que se relacionan desde el miedo al abandono, lo cual les genera ansiedad. Para evitar esta ansiedad, harán lo que sea con tal de mantener un vínculo o una pareja. Esto les convierte en personas muy sumisas que se olvidan de ellas mismas: de lo que les gusta a ellas, de sus aficiones, del resto de su círculo social. Con lo cual, cuando rompen con una pareja, buscan desesperadamente otra porque, sin pareja, sienten que no les queda nada. Y así, comienza el círculo vicioso de las relaciones liana, donde no se sabe cuál fue la causa primera y cuáles las consecuencias.
Impacto en la nueva pareja
Por supuesto, el no haber “oxigenado” una relación anterior tiene un impacto en la nueva pareja. La persona al no conocerse a sí misma, tenderá a cometer los mimos errores que cometió en la anterior relación. Además, las relaciones que ha ido encadenando se ven que no son profundas, ya que no están basadas en la intimidad, la vulnerabilidad y la elección, sino en la necesidad. Desde ahí, es muy difícil generar intimidad y un vínculo profundo, ya que, en realidad, se está utilizando a la otra persona. Otro impacto que puede tener en la nueva pareja es que la persona sentirá un miedo constante a volver a perder una pareja, con lo cual, actuará sesgadamente en base a este miedo.
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Cómo evitar caer en el patrón de relaciones liana
1. Acepta y procesa tus emociones
Después de una ruptura o pérdida siempre habrá un proceso de duelo, tanto si quieres como si no. Cuánto dure ese tiempo de duelo dependerá del tiempo de la relación, de la profundidad de la relación, de cómo fue la ruptura y de otros muchos factores. Por eso, es importante que te des tiempo y evites empezar a conocer a alguien antes de tiempo. Para ello, puedes poner en práctica los consejos que mostramos a continuación.
2. Prioriza tu propio crecimiento y bienestar
Reconcíliate con la soltería y, sobre todo, con la soledad. Te toca hacer un recorrido de autoconocimiento, para saber qué necesitas y qué es aquello que te puede hacer sentir bien sin necesidad de tener a otra persona al lado. Segura que te quedan muchísimas cosas por descubrir de ti.
3. Reflexiona sobre tus patrones de relación
¿Qué quieres tú en una relación de pareja, realmente? Hay muchas cuestiones que te has de plantear y la primer de todas es cuáles son tus necesidades dentro de tus relaciones. Recuerda que tus necesidades son válidas y que, en base a eso, puedes elegir quien quieres que las cubra y encontrar a una persona compatible contigo. Seguramente, el problema venga de que no has encontrado una relación compatible en el que cuidar y ser cuidado esté en equilibrio.
4. Establece límites y toma decisiones conscientes
Según cómo haya acabado o haya sido la relación (relaciones tóxicas, rupturas traumáticas, etc.), a veces, es muy recomendable el contacto cero, es decir, no tener ningún tipo de contacto con la persona con la que se ha roto, ni en persona ni por ningún tipo de red social (lo cual implica también no ver lo que la expareja publica). Para ello, es necesario aprender a poner limites tanto a tu ex como a ti, dado que puede ser muy complejo mantener esta norma, por mucho que sea coherente y lo mejor para ti.
5. Busca apoyo profesional
La terapia psicológica te puede venir muy bien, no solo para acompañarte en el procesamiento del duelo, sino también para trabajar en ti, en tu autoconocimiento, en tu autoestima y en tu tipo de apego. Descubrir cuál es la manera en la que te relaciones, por qué y desde dónde es lo que más te puede ayudar para no volver a caer en relaciones que no te aportan y las cuales mantienes por miedo a la soledad, al rechazo o a abrir otras heridas que aún no eres consciente que tienes.
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Conclusiones
En general, las relaciones liana no son buenas. No dejan hacer ventilación entre una relación y otra. Ese espacio que nos damos entre relaciones es necesario, en primer lugar, para hacer un duelo (un trámite emocional que hemos de hacer cuando perdemos algo o a alguien) y, en segundo lugar, no nos damos la oportunidad de darle un espacio a la soledad, ver cómo estamos con nosotros mismos y qué función cumplía exactamente nuestra pareja antes. Si se ha terminado, por algo será.
Quizás la gran pregunta ahora es cuánto tiempo ha de pasar entre una relación y otra para dar espacio suficiente al duelo. La verdad, no hay un tiempo concreto, puede llevar desde un mes a varios, pero dependerá del proceso y del punto en el que te encuentres. Eso sí, deja espacio y tiempo suficiente para conectes contigo y descubras qué cualidades tienes tú y qué es lo que realmente quieres. Cuando se está preparada o preparado para otra relación es algo que no se puede saber a ciencia cierta, pero párate a pensar si la nueva relación la estás utilizando a modo de evitación, es decir, para no sentir emociones que no te gustan o porque, de verdad, tú quieres estar con esa persona.
¿Buscar ayuda psicológica para superar una ruptura?
El trabajo del duelo, si no está bien hecho o se nos ha quedado enquistado es algo que necesita de ayuda profesional. En Avance Psicólogos colaboramos con un equipo de psicólogos expertos en el duelo por rupturas de pareja y desamor. Puedes ponerte en contacto con nosotros para más información.
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Referencias bibliográficas
Riso, W. (2004). ¿Amar o depender?: cómo superar el apego afectivo y hacer del amor una experiencia plena y saludable. Editorial Norma.