Dormir es una función vital que nuestro cuerpo necesita para la supervivencia. El descanso es esencial no solo para nuestros procesos fisiológicos, sino también para tener equilibrio y bienestar emocional. Al igual que otras funciones del cuerpo como comer u orinar, si el sueño se ve interrumpido o tienes somnolencia habrá consecuencias negativas en nuestro cuerpo y en nuestra mente, alterando así nuestra calidad de vida.
La somnolencia la sufren muchas personas adultas en la actualidad. Una mala higiene del sueño la pagamos durante el día con bostezos, deseo de querer dormir durante el día, falta de concentración, etc. En este artículo te contamos qué es la somnolencia, qué síntomas traen consigo, cuáles son sus causas y cómo podemos tratarlas.
Índice
¿Qué es la somnolencia?
La somnolencia excesiva consiste en la queja subjetiva de la tendencia al sueño o la facilidad para concebir el sueño, en circunstancias anormales, durante el día. Esto también se denomina hipersomnia. Decimos que es una queja subjetiva porque lo primero que hay que establecer es si es un problema para la persona que lo sufre o para quienes están con ella. Asimismo, conocer la causa será esencial para saber si se necesita un tratamiento. Por ejemplo, si se siente cansancio y somnolencia durante el día porque se ha pasado una noche en vela no estaríamos hablando de un trastorno del sueño.
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Lo que tenemos que evaluar son la frecuencia y la intensidad con la que la somnolencia durante el día ocurre, además de sus causas. Una queja común de la hipersomnia es que se siente mucho cansancio, a pesar de haber dormido bien durante la noche. Esto puede llevar a que se encadena una mala calidad del sueño y horarios inadecuados para dormir.
Síntomas de la somnolencia
El principal síntoma de la somnolencia es la dificultad para despertarse y que las sensaciones duran casi todo el día. Además, cuando te levantas lo haces con el deseo de querer seguir durmiendo, dado que el cansancio continúa presente en tu cuerpo y tras el amanecer. Esto ocurre, aunque se hayan dormido las suficientes horas.
La somnolencia trae consigo otros síntomas psicológicos como: irritabilidad, falta de concentración, impulsividad, problemas para memorizar, y, en casos extremos, dificultades para hablar y alucinaciones, lo que puede requerir asistencia profesional especializada en ansiedad.
Normalmente, la somnolencia va aumentando a lo largo del día, haciendo que el rendimiento y el bienestar personal disminuyan. Igualmente, todos estos síntomas pueden tener consecuencias en las áreas de la vida de la persona. Lo más común es que la persona lo note en su vida laboral, teniendo continuamente deseos de que acabe su jornada laboral para poder descansar. Sin embargo, también puede tener consecuencias en las relaciones personales, ya que la irritabilidad, la impulsividad o la falta de concentración afectarán en las interacciones con los y las demás.
Causas de la somnolencia
La causa más común de la somnolencia o la hipersomnia suelen ser no cuidar la higiene del sueño o, lo que es lo mismo, tener malos hábitos de sueño. Además de dormir menos horas de las recomendadas, también son malos hábitos de sueño no dormir siempre las mismas horas, tener unos horarios de sueño irregulares o realizar actividades que activan el sistema nervioso por la noche.
Por otro lado, otras causas de la somnolencia pueden ser los efectos secundarios de algunos medicamentos o algunas enfermedades médicas como la apnea del sueño. En realidad, esta es la causa más común de la somnolencia durante el día. Quienes sufren apnea del sueño suelen quedarse dormidos durante el día. Esto se debe a que la apnea dificulta la respiración mientras se duerme y no permite que el aire pase adecuadamente a través de la garganta hasta los pulmones. Existen dos tipos de apenas:
1. Apnea obstructiva del sueño
Los músculos de la garganta se relajan tanto que no permiten que pase el aire, cerrando o estrechando las vías aéreas. A su vez, esto provoca que la persona ronque durante la noche y tenga ligeros jadeos o ahogamientos durante la noche. Así, el sueño se interrumpe constantemente y no permite un buen descanso, pues el sueño no será ni estable ni profundo.
2. Apnea central del sueño
Este tipo de apnea es menos común y se caracteriza porque durante unos segundos dejas de esforzarte por respirar. Esto ocurre porque el cerebro deja de enviar señales a los músculos que se encargan de la respiración. Los efectos son los mismos que en la apnea anterior: el ahogamiento o los ronquidos hacen que te despiertes y que te cueste volver a conciliar el sueño.
Si crees que es apnea del sueño lo que puede que sufras y que sea eso lo que te esté provocando una somnolencia excesiva durante el día, lo que te recomendamos hacer es que acudas a tu médico para que te lo diagnostiquen y te den soluciones médicas para ello. Si, por el contrario, tienes una mala higiene del sueño, a continuación, te contamos algunos consejos que puedes integrar en tu rutina para prevenir y tratar la somnolencia excesiva o hipersomnia.
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Tratamiento de la somnolencia.
Como venimos diciendo, tener una buena higiene del sueño es muy importante. Pero no solo es bueno para prevenir la somnolencia, sino que un buen descanso también juega un papel esencial en nuestra calidad de vida.
Además, de cenar ligero, no tomar estimulantes antes de dormir (como el café) o no irse a la cama con hambre, estos son algunos consejos a nivel psicológico para tener una buena higiene del sueño:
1. Realiza actividad física o deporte
Si durante el día, realizas ejercicio esto te cansará y cuando llegue la hora de dormir tu cuerpo lo estará deseando, por lo que será más fácil conciliar el sueño. Ahora bien, si llevas sufriendo somnolencia desde hace un tiempo, lo malo de esto es que no te va a apetecer hacer deporte, por lo que, a pesar de ellos, tendrás estar unos días haciéndolo con pereza y fatiga, hasta que el cuerpo se acostumbre. Por otro lado, si lo puedes realizar por la mañana o en un horario no muy cercano a la hora de dormir, mejor, ya que el ejercicio físico activa el sistema nervioso y puede dificultar la conciliación del sueño.
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2. Sigue una rutina
En la medida que puedas, sigue unos horarios más o menos fijos con las actividades y tareas que tengas que hacer a lo largo del día. No se trata de elaborar una aburrida rutina, sino de tener una estructura y, sobre todo, tener tus actividades planificadas de tal manera que no entorpezca la hora en la que te vas a dormir. Por ejemplo, si te apetece ver una serie antes de ir a dormir controla la hora en la que apagarás la televisión.
3. Evita las pantallas antes de ir a dormir
A propósito de la televisión, todos los expertos en sueño desaconsejan el uso de dispositivos electrónicos un par de horas antes de irse a dormir. La luz de las pantallas activa el sistema nervioso y, aunque mucha gente se queda dormida haciendo scroll en sus redes sociales, se ha demostrado que el sueño no es del todo profundo. Con la costumbre y el uso que le damos a los móviles y otros aparatos, esta es una de las pautas más difíciles de llevar a cabo.
4. Lleva a cabo rituales relajantes
Resulta más eficaz de lo que creemos tener una rutina o un ritual antes de meternos en la cama. Este puede ser sencillo, como lavarse los dientes y echarse una crema facial. Si lo hacemos repetidas veces el cuerpo y la mente irán asociando esas conductas con la hora de dormir y entenderá que ya puede relajarse y desactivar el modo on del cerebro.
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Conclusiones…
Para tratar la somnolencia lo más importante es, en primer lugar, descartar causas médicas u orgánicas (como los efectos secundarios de alguna medicación o la apnea del sueño). Es obvio que, si no hacemos esto antes, por mucha higiene del sueño que se cuide, será muy difícil que la somnolencia desaparezca.
Por otro lado, queremos seguir destacando que tener un buen descanso en esencial para tener una buena calidad de vida. Sentir cansancio a diario impide que seamos productivos, y más allá de la productividad y el rendimiento, puede afectar a nuestras relaciones interpersonales y, más importante aún, en la relación que tenemos con nosotros mismos. Así pues, no le quitemos al descanso la importancia que tiene.
¿Estás buscando ayuda?
En algunos casos, la somnolencia, además de síntoma, puede ser causa de algo que tengamos que trabajar a nivel psicológico: algo que nos preocupe o alguna dinámica que no nos esté aportando bienestar puede influir en el sueño y en su calidad. Si crees que es tu caso lo más recomendable es que empieces una terapia psicológica. Colaboramos con un equipo de psicólogos especialistas de Madrid con más de 25 años de experiencia está aquí para ayudarte a superar la somnolencia y recuperar un sueño reparador. No permitas que la falta de descanso afecte tu bienestar emocional y físico. Descubre cómo podemos ayudarte a establecer una higiene del sueño adecuada y a encontrar el equilibrio que necesitas. ¡Ponte en contacto hoy mismo y da el primer paso hacia una vida más plena y saludable! Recuerda, tu bienestar es nuestra prioridad.
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Referencias bibliográficas:
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Machado, J. A. L. (2023). Comprender y manejar trastornos del sueño: causas, síntomas y tratamientos. Revista Vinculando.
Delgado, J. G., Saavedra, M. M., & Miranda, N. M. (2022). Trastornos del sueño: prevención, diagnóstico y tratamiento. Revista Médica Sinergia, 7(07).